lunes, 12 de abril de 2010

Reflexiones sobre el 24 de Marzo

"Ni siquiera los muertos estarán a salvo si el enemigo vence. Y ese enemigo no ha cesado de vencer." Walter Benjamin

¿Por qué el gobierno impidió la lectura del documento de la Multisectorial?
Balance de la movilización del 24 de marzo en Mendoza
La Multisectorial en Lucha de la provincia de Mendoza fue uno de los principales organizadores de la movilización en repudió al golpe de estado de 1976, como hace 15 años lo viene realizando. En este sentido convocó a múltiples reuniones en donde organizaciones sindicales, sociales, culturales, ambientales, estudiantiles, de género y políticas debatieron en forma democrática los ejes para la movilización, propagandizaron con volantes y afiches el acto y organizaron las actividades para la realización de la marcha. Durante todo el mes de marzo las organizaciones que componen la Multisectorial buscaron la forma de coordinar con los Organismos de Derechos Humanos, invitándolos a las reuniones, acordando la forma de la marcha, aceptando la propuesta de terminar en Tribunales Federales para exigir la apertura de los juicios y estableciendo una propuesta para el acto en donde se leería un documento de la Multisectorial y otro de los Organismos con el de desarrollar un acto unitario.
Cerca de diez mil mendocinos se convocaron en una impresionante movilización de repudio a la dictadura. Organizaciones de todo tipo y miles de personas se dieron cita para repudiar la impunidad de ayer y de hoy y sobre todo para exigir la apertura inmediata de los juicios que vienen siendo trabados desde hace tiempo.
Sin embargo, esta convocatoria unitaria encontró una provocación por parte de las organizaciones que representan al gobierno nacional (organizaciones con las que nos enfrentamos cotidianamente en nuestros lugares de trabajo y estudio: la burocracia sindical, las agrupaciones estudiantiles que apuestan a la desmovilización y pactan con el oscurantismo universitario, las organizaciones “sociales” que se mueven a base del clientelismo manipulando a las personas más necesitadas). Fueron estas fuerzas kirchneristas las que buscaron controlar la movilización del 24 de marzo e impedir toda crítica al gobierno de los Kirchner, sin haber sido parte de la organización de la movilización y sin haber trabajado para la realización del acto.
Esta provocación fue parte de una estrategia nacional del gobierno que buscó cooptar los actos de repudio al golpe y que en donde no pudo imponerse acudió a su clásica medida: la represión. En Mendoza, los grupos kirchneristas formaron una patota de cerca de 200 personas que maniobraron para encabezar la movilización y copar la cabecera del acto. Cuando los representantes de la Multisectorial empezaron a leer el documento este grupo impidió su lectura a través de silbidos, abucheos, agresiones y el control del sonido.
Ante esta situación, y en medio de una confusión en la que la mayor parte de la movilización no fue protagonista, las organizaciones que componen la Multisectorial decidieron retirarse del acto y realizar la lectura de su documento a unas cuadras del lugar.
¿Por qué los representantes del gobierno impidieron la lectura del documento? Porque el documento realizaba una denuncia tanto del terrorismo de estado de ayer como de las consecuencias y la impunidad que existen y perduran hasta el día de hoy por las políticas que lleva adelante el actual gobierno nacional. Estos grupos kirchneristas buscaron silenciar la responsabilidad del gobierno sobre la situación de los juicios que hasta el día de hoy se mantienen como causas comunes y no han avanzado en la definición de juicios por genocidio, manteniendo al 90% de los represores libres. Tampoco quieren reconocer la impunidad que continúa sobre la desaparición de Jorge Julio López y la falta de una política para proteger a los testigos como recientemente se demostró en el asesinato de Silvia Suppo, testigo contra los represores en Santa Fe. No quisieron que se denunciara que es este gobierno, supuestamente “nacional y popular”, el que plantea pagar la deuda externa fraudulenta, ilegítima y usuraria, deuda contraída principalmente por la dictadura y posibilitada a partir del plan sistemático de represión y exterminio. El pago de la deuda externa, avalada también con distintas recetas por la oposición, refleja los verdaderos intereses que defiende este gobierno privilegiando a los sectores económicos más poderosos, como los monopolios internacionales, las grandes empresas de agro-negocios, las petroleras, megamineras, empresas de comunicación (multimedios) y demás grupos financieros que saquean y contaminan al país. Son estos sectores económicos los que en realidad ejercen el poder, son la derecha que se sustenta junto a sus cómplices políticos, sindicales y comunicacionales (como la CGT de Moyano o la Mesa de Enlace en el ámbito agrario). Son estos grupos los grandes beneficiarios de las políticas del gobierno mientras se profundiza para el pueblo las políticas de despidos, aumento de precios y salarios de hambre, haciendo crecer la miseria y la pobreza. Tampoco permitieron que se evidenciara que este gobierno, que dice defender los derechos humanos, es el gobierno, desde 1983 al presente, con más presos y procesados por luchar, criminalizando la protesta social.
El gobierno nacional impulsa una nueva teoría del olvido, intentando desvincular el pasado con el presente, para ocultar que mantiene en lo esencial el modelo económico instaurado por la dictadura. Para esto, utiliza hipócritamente la lucha por los derechos humanos para justificar estas políticas neoliberales, empañando y ensuciando años de lucha de los Organismos de Derechos Humanos, de organizaciones sociales y del pueblo en general. Fueron estos sectores los que salieron a la calle cuando la dictadura todavía existía, que exigieron juicio y castigo y denunciaron las leyes de impunidad, que escracharon a los represores y que lograron con los reclamos y protestas derrumbar las leyes de impunidad y reabrir las causas. Es en esta lucha en la que quiere montarse el gobierno, para utilizarla para sus fines políticos, presentándose como abanderado de los derechos humanos (cuando nunca realizó una sola acción por los mismos en su provincia hasta que fue presidente) y ninguneando la identidad política de los desaparecidos, desconociendo los objetivos revolucionarios por los que luchaban.
Lamentablemente, algunos sectores de los Organismos de Derechos Humanos fueron funcionales y avalaron esta maniobra del gobierno, permitiendo que las organizaciones kirchneristas coparan la cabecera de la movilización, manipularan el sonido y facilitando, desde la conducción del acto, que estos grupos impidieran la lectura del documento de la Multisectorial. Ciertos sectores de los Organismos de Derechos Humanos en Mendoza pensaron que no hablando del gobierno nacional podían mantener una posición neutral. Esa estrategia fue un error y en los hechos quedaron con lo más rancio de la burocracia sindical y política. Esta actitud cómplice posibilitó la maniobra antidemocrática de la patota oficial.
A 34 años del golpe es necesario no olvidar y reflexionar cómo avanzó la lucha de los derechos humanos: marcando un camino de independencia con los gobiernos de turno, denunciando y no subordinándose a los mismos, reclamando en las calles y apostando a la unidad y organización del pueblo como forma de buscar el juicio y castigo y terminar con la impunidad. Así fue que se logró combatir a la dictadura en su seno en los años más terribles, derribar las leyes de impunidad y avanzar por una verdadera justicia. No es confiando en los gobiernos de turno y en sus mentiras como se ha logrado una condena social y no será por este camino que se logrará la apertura de los juicios en la provincia.
A pesar de que el gobierno intenta catalogar a todos los que critican sus políticas como golpistas y destituyentes (o que le hacen el juego a la derecha), lo cierto es que son sus políticas las que representan los planes económicos de la derecha. Por el contrario, crece y se multiplica la protesta y reclamos del pueblo por terminar con la impunidad de ayer, pero principalmente con la de hoy. Se trata de un movimiento que vincula la lucha social con la de los derechos humanos, la lucha por la cárcel a los genocidas con la lucha por una vida digna para todas y todos, la lucha contra la impunidad de hoy con la lucha por nuestro territorio y recursos contra el saqueo y la contaminación, defendiendo el derecho a reclamar sin criminalización.
Es por eso que reivindicamos verdaderamente el ejemplo de los 30 mil desaparecidos, compañeros y compañeras que no fueron víctimas sin rostro, como nos intenta mostrar el discurso oficial. Fueron hombres y mujeres con identidad política que debatieron, pensaron, trabajaron, estudiaron y soñaron un país donde los derechos humanos sean plenamente vigentes. Sufrieron la tortura, el silenciamiento y la muerte por luchar por otra sociedad: una Argentina sin opresión y explotación, una patria liberada. Por ellos y por todas y todos los que siguen dando su vida hoy por otra sociedad, es que denunciamos y luchamos por el fin de la impunidad no sólo de ayer sino de hoy.

Multisectorial en Lucha